10 lugares impresionantes en Europa que debes visitar esta primavera

¡Por fin ha llegado la primavera! Viajar por Europa en primavera es una verdadera pasada. Tiene la combinación perfecta de clima moderado, precios de temporada baja y menos turistas.

Además, hay cantidad de cosas por ver y admirar. Este vasto continente tiene cosas para todos los gustos: una arquitectura preciosa, vegetación abundante, comida exquisita y atracciones románticas que ayudarán a que vivas unos momentos inolvidables.

1. Ámsterdam, Países Bajos

Si hay una época del año en la que Ámsterdam se anima de verdad, es la primavera.

¿Sabías que los Países Bajos producen más del 70% de las flores comerciales del mundo? Los campos de tulipanes de las afueras de Ámsterdam son una de las razones principales por las que millones de turistas se acercan a la capital holandesa cada año. Los tulipanes florecen entre finales de marzo y principios de mayo.

Además de las flores, otro de los grandes alicientes en primavera es el Día del Rey. El Día del Rey, o Koningsdag, es una fiesta nacional en los Países Bajos.

Ámsterdam también alberga varios molinos. Algunos se pueden visitar fácilmente, como el molino de Brouwerij ‘t IJ. ¡Hasta puedes quedarte a tomar una cerveza a la sombra del molino!

2. París, Francia

Hay infinidad de razones por las que París es la opción “clásica” al llegar la primavera. Quizás porque resurge la costumbre de salir a tomar café, o porque sus numerosos parques y balcones vuelven a rebosar de flores frescas. Sea como fuere, el encanto de París en primavera es arrebatador. Puedes hacer pícnic delante de la Torre Eiffel, pasear por los impresionantes jardines de la ciudad… Hay mil maneras de disfrutar la ciudad.

Si algo hay que destacar en París en Primavera es la Nuit des Musée, o Noche de los Museos. Es cuando los museos, las galerías de arte y los centros culturales de toda la ciudad abren durante una noche de mayo.

3. Creta, Grecia

De todas las islas griegas, Creta es una de las más conocidas; no solo porque es la más grande, sino porque también tiene su propia cultura inconfundible. Haz senderismo por los casi 17 km de la Garganta de Samaria en el suroeste de Creta, donde puedes reservar un guía local, y no dejes de visitar pueblos tradicionales como Spili, uno de los lugares más bonitos al sur de Rétino. Recomendamos ir a finales de primavera para evitar la muchedumbre y temperaturas demasiado altas.

4. Venecia, Italia

¿Estás buscando el mejor destino para tu luna de miel? Venecia es la escapadita romántica por antonomasia. Disfruta de un atardecer rosado en la orilla de la laguna de los Giardini Pubblici, en Castello.

Da un paseo relajante a lo largo del apacible camino de las Zattere. Cena en terrazas de restaurantes de diseño pintoresco. Sumérgete en la cultura veneciana y visita edificios emblemáticos del siglo XVIII.

5. Barcelona, España

Barcelona es una encantadora ciudad marítima con un estilo dinámico y clima mediterráneo. Sus preciosos paisajes, su bella arquitectura y su cantidad de atracciones turísticas la convierten en un destino de viaje de lo más atractivo. Barcelona tiene un barrio medieval muy conocido, el Barrio Gótico, que está rodeado de un aura del viejo mundo muy mística y repleto de calles adoquinadas que explorar. Merece la pena visitar La Sagrada Familia y el Parque Güell. Además, puedes caminarte La Rambla y disfrutar del arte en la calle y el bullicio.

6. Glasgow, Escocia

Aunque Edimburgo es la capital escocesa, Glasgow es de facto la capital de la cultura del país. Aquí encontrarás la Ópera escocesa, el Ballet escocés, el Teatro Nacional de Escocia y multitud de museos y galerías de renombre, como el Kelvingrove.

7. Reikiavik, Islandia

La compacta capital de Islandia, Reikiavik, da lugar a cantidad de cultura bastante peculiar y está a tiro de piedra de paisajes gélidos y aventuras emocionantes. Tenéis multitud de opciones si lo que queréis es ver fauna: hay tours que salen cada día desde Reikiavik para ver ballenas, delfines de hocico blanco, marsopas y ballenas jorobadas. Los reclamos naturales más famosos de Islandia están a poca distancia de la ciudad, como el Círculo Dorado, la asombrosa catarata de Gullfoss, el anfiteatro natural que albergó el parlamento vikingo en el Parque Nacional de Thingvellir o las chorreantes aguas termales en Geysir. Las numerosas termas de Reikiavik te darán la oportunidad de relajarte mientras experimentas sus beneficios terapéuticos para la mente y el cuerpo, una parte integral de la cultura del país.

8. Copenhague, Dinamarca

Copenhague es un soplo de aire fresco, una ciudad ecológica situada en la costa. Te sorprenderán dos cosas cuando pasees por la compacta capital danesa: lo limpio y bien diseñado que está todo, y la cantidad de gente que verás en bicicleta. Miles y miles de daneses cogen la bicicleta cada día: hombres trajeados, madres con sus bebés en un carrito enganchado, gente yendo en bici con sus mascotas… Así que, ¿por qué no te unes? Merece la pena explorar los parques de Copenhague en un día soleado. Vete de paseo a través de Kongens Have, Frederiksberg Have o el parque de atracciones del siglo XIX de los Jardines de Tívoli.

9. Budapest, Hungría

Budapest tiene muchísimo que ofrecer. En primer lugar, es una ciudad termal, así que puedes disfrutar de sus baños calientes y sus tratamientos de belleza mientras observas la fantástica arquitectura que te rodea. Además, es una ciudad cultural. Las orillas del Danubio y el barrio del Castillo de Buda son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

10. Sicilia, Italia

Viaja al sur de Italia antes de que llegue el sofoco del verano para dedicarle un tiempo a explorar, y no solo a tumbarte a tostar en la playa. Puedes perderte en las milenarias callejuelas estrechas de las ciudades históricas de Sicilia –Siracusa, Noto, Taormina–, que parece que no tienen fin, pero acaban en plazas construidas alrededor de catedrales barrocas. Otra opción es subir al Etna sin sufrir los atascos causados por los autobuses de turistas.